Qué impulsa a los emprendedores a seguir pese al miedo al fracaso
Emprender da miedo. Miedo a perder plata, miedo a quedar expuesto, miedo a no estar a la altura. Miedo a fracasar.
Y sin embargo, todos los emprendedores que escuchamos en Jutzpá Podcast decidieron seguir adelante. Algunos con certezas, la mayoría con más dudas que respuestas. Entonces, ¿qué es lo que los impulsa a no bajar los brazos cuando el fracaso parece inevitable?
Este blog es una respuesta a esa pregunta. Una que no viene de libros de autoayuda, sino de historias reales de personas que decidieron emprender con todo el miedo encima.
1. El miedo no se va, se gestiona
Daniel Canu lo dice sin vueltas: “Mi miedo más grande fue siempre quedarme sin plata.” A pesar de eso, fundó Miksa, creó sistemas, armó un equipo y hoy tiene una empresa sólida y autónoma.
No fue porque el miedo desapareció. Fue porque eligió avanzar igual.
El coraje emprendedor no es ausencia de miedo. Es decisión frente al miedo.
2. Hay un propósito más grande que el miedo
Eugenia Ctibor podría haberse quedado cómoda en una empresa centenaria, sin meterse demasiado. Pero eligió tomar las riendas, modernizarla, enfrentar conflictos gremiales y defender la industria nacional.
¿Por qué? Porque tiene un propósito claro: hacer que Cerámica Ctibor siga siendo un símbolo de producción local y familiar.
Cuando hay propósito, el miedo pesa menos.
3. Emprender no es una opción, es una necesidad
Muchos emprendedores no eligen emprender por valentía, sino por instinto de supervivencia.
Oscar Aloise empezó a trabajar a los 11 años. Hoy lidera una empresa con decenas de locales. Pero el empuje no vino del confort, sino de una vida donde el trabajo fue siempre el motor.
“No queda otra que seguir caminando”, dice en su entrevista. Esa es la esencia de la resiliencia emprendedora.
4. La experiencia enseña que el fracaso no es el final
Lean Guanciarossa habló de los momentos en los que la plata empezó a llegar… pero las dudas seguían. Incluso cuando Barfuss crecía, el miedo a que todo se caiga estaba ahí.
Pero ya había fracasado antes. Y aprendió que el fracaso no mata, transforma.
Los emprendedores que escuchamos en Jutzpá no le tienen miedo al fracaso porque ya lo vivieron. Y entendieron que la vida sigue. Que el fracaso enseña. Y que, a veces, es la mejor inversión.
5. Lo que impulsa es ver que algo cambia
Emprender, cuando es real, es ver cómo tu trabajo tiene impacto. Ver que una idea se convierte en producto. Que alguien te elige. Que tu equipo crece.
Ese resultado, por pequeño que sea, es lo que empuja a seguir. Aunque cueste. Aunque tiemble todo.
Porque hay algo profundamente motivador en crear desde cero y ver que funciona.
6. El miedo se vuelve combustible cuando hay comunidad
Muchos fundadores de Jutzpá coinciden en esto: cuando tenés gente alrededor que te apoya, el miedo duele menos.
Desde los primeros socios hasta los equipos actuales, todos dicen lo mismo: no podrían haber seguido solos. La red, la confianza y la compañía son claves para sostener el impulso.
Emprender acompañado no elimina el miedo, pero lo hace más llevadero.
El miedo al fracaso es real. Pero también es parte del camino. Los que avanzan no lo hacen porque no temen, sino porque aprendieron a hacerle lugar al miedo sin que se vuelva un freno.
Y lo que los impulsa es una mezcla de pasión, urgencia, propósito, equipo y una pequeña chispa de locura que llamamos… Jutzpá.
🚀 ¿Te atreves a ir contra la corriente?
En Jutzpá Podcast, te traemos historias de aquellos que decidieron romper las reglas del juego, desafiar lo establecido y transformar lo imposible en realidad.
🎧 Escuchá a los que tuvieron el coraje de tomar riesgos y aprender de sus experiencias.
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