El canje de terrenos por metros cuadrados no es algo nuevo para nosotros: Es una práctica que forma parte de nuestra historia familiar desde hace más de 60 años.
Mi abuelo Coco ya realizaba canjes en la década del 60. Luego continuaron mis tíos y mi padre, y hoy somos nosotros quienes seguimos esa misma línea de trabajo, perfeccionando el modelo y adaptándolo a los estándares actuales de desarrollo.
A lo largo de tres generaciones, fuimos aprendiendo algo clave: el éxito del canje depende de la calidad del edificio que recibís a cambio.
Por eso es fundamental hacerlo con un desarrollador que tenga experiencia comprobable, reputación, y un método claro de trabajo. La confianza no se declama: se demuestra con trayectoria, obras construidas y departamentos que mantienen o aumentan su valor en el tiempo.